El Banco Central de Reserva realiza una medición sobre las expectativas sobre cómo espera que se comporte la inflación en los próximos meses, denominada "Esquema de Metas de Explícitas de Inflación", establecida desde el 2002.
Asimismo, la inflación sin Alimentos y Energía de los últimos doce meses, que aísla los impactos transitorios a la inflación, se ha ubicado dentro del rango meta en el 86% de las veces desde 2002.
Ambos indicadores, el de expectativas y de la inflación sin Alimentos y Energía, son relevantes para las decisiones de política monetaria al no estar afectados por factores transitorios.