La inflación sin alimentos y energía bajó a una tasa anualizada de 2.59% en febrero del 2017, menor al del mes previo (2.98%) y la más baja en casi dos años, cuando en marzo del 2015 llegó a 2.58%, informó el Banco Central de Reserva (BCR).
La inflación sin energía y alimentos es relevante porque aísla los componentes de la canasta de consumo afectados por choques transitorios de oferta, como los factores climáticos.
La inflación sin alimentos y energía se ubicó dentro del rango meta de inflación del ente emisor de entre 1% y 3%, en la mayor parte del tiempo de los últimos ocho meses.