(Bloomberg).- ha recordado a todos que puede que la economía de la zona euro haya salido del bache, pero el mercado laboral aún no muestra indicios de buena salud.

Después de seis años en su cargo, el presidente del pudo decir por fin el jueves que los riesgos para el crecimiento están equilibrados. Incluso se abstuvo de decir que el Consejo de Gobierno podría recortar de nuevo los tipos de interés. Pero acerca de la inflación el mandato principal del BCE insistió en que no ha habido cambios significativos.

"Lo que hay que explicar es el perfil plano y bajo de la inflación subyacente. Esto tiene que ver principalmente con un crecimiento moderado de los salarios nominales".

Las observaciones, acompañadas de un recorte en las previsiones de inflación del BCE, significan que el estímulo monetario podría continuar durante mucho tiempo.

Mientras que el tono del Consejo de Gobierno es un cambio positivo después de años de lucha para evitar la deflación, los tipos se mantienen en un mínimo récord y no ha habido conversaciones oficiales sobre una reducción del programa de compra de bonos de 2.3 billones de euros (US$ 2.6 billones), pese a que dos miembros del consejo plantearon el tema.

El desempleo en la zona del euro está cayendo más rápido de lo previsto, con una tasa que actualmente baja casi un punto porcentual al año y un mayor número de personas que se incorporan a la fuerza de trabajo. Sin embargo, el índice de abril del 9.3% muestra que sigue habiendo atonía económica que deprime las demandas salariales y los precios. Draghi lamentó la naturaleza de los nuevos empleos.

"Tenemos pruebas de que muchos de estos empleos nuevos son los llamados trabajos de baja calidad, donde estamos hablando de empleo temporal, estamos hablando de empleo a tiempo parcial. Hay muchos."

También mencionó el carácter conservador de las negociaciones salariales, así como los cambios económicos estructurales que deberían ser positivos a largo plazo. Pero el BCE está tan preocupado por la cuestión de un crecimiento salarial débil que publicó un estudio el mes pasado en el que utilizaba una nueva medida para medir el desempleo en el que se incluye a personas que quieren trabajar más horas pero no pueden. Esa tasa es más cercana al 15%.

El tono pesimista de Draghi sobre el crecimiento salarial y la inflación también se reflejó en su comentario sobre la opinión del Consejo de Gobierno de que ya no espera que tenga que recortar los tipos de interés. Una expectativa, dijo Draghi, no es lo mismo que una promesa.

"Si usted me pregunta acerca de lo que espero, yo diría que basado en la evaluación actual, la información actual, no espero unos tipos de interés más bajos. Si me pregunta, 'pero en caso de que las cosas empeorasen, ¿estaría dispuesto a bajar los tipos de interés?' La respuesta es sí."

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