Redacción Gestión

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El Banco Central de Reserva tiene espacio para en octubre, algo que la actual debilidad del Producto Bruto Interno (PBI) del Perú, más intensa y persistente que lo anticipado, sugiere que es necesario, señaló hoy el BBVA Research.

Recordó que la inflación en setiembre fue de 0.16%, lo que es mayor a lo que esperada el BBVA (-0.02%) y el consenso del mercado (0.14%). La variación de precios en el mes se explicó principalmente por el aumento en alimentos, entre ellos los precios del pollo (3.9%), pescado (1.2%), y comidas fuera del hogar (0.3%).

Con este resultado, la inflación en términos interanuales se ubicó en 2,7%, una cifra similar a la del mes anterior.

El BBVA Research estimó que en el corto plazo habrá cierta presión al alza sobre el ritmo al que avanzan los precios, pero aun así la inflación cerrará el año alrededor del techo del rango meta (3%).

Ello considera tres factores, el primero es que las tasas de inflación mensuales de octubre y noviembre del año pasado fueron relativamente bajas, por lo que considerando un avance lento en los precios, en promedio de 0.05% para los próximos dos meses por ejemplo, la tasa interanual tenderá a subir debido a la baja base de comparación.

En segundo lugar, el alza que ha registrado el tipo de cambio en las últimas semanas empezará a reflejarse en los precios de bienes y servicios denominados en moneda extranjera (alquileres, electrodomésticos).

Finalmente, las expectativas inflacionarias, cercanas al techo del rango meta, le imprimirán inercia al proceso de formación de precios, por lo menos en el corto plazo.

"Prevemos que estos elementos más que compensarán en lo que resta del año las presiones a la baja sobre el ritmo de avance de los precios que se desprenden de la debilidad del producto y del descenso de las cotizaciones internacionales de insumos alimentarios y del petróleo", comentó el BBVA Research.

Agregó que en el 2015, el panorama inflacionario será más benigno, en un entorno en el que si bien la actividad irá ganando tracción paulatinamente, la brecha del producto seguirá siendo negativa.

"Las perspectivas que tenemos para la inflación en lo que resta del año y para 2015 sugieren que el Banco Central tiene espacio por el lado de los precios para continuar recortando la tasa de política", indicó.

Además, precisó que el PBI sigue débil según los indicadores que de momento se disponen para agosto y setiembre, y el impulso fiscal contracíclico no se está materializando según lo previsto (hay dificultades para acelerar la inversión pública, incluso al nivel del gobierno nacional).

"La intensidad de la desaceleración y su persistencia, sorpresivas, afectan al gasto privado. En ese sentido, la confianza empresarial ha descendido y las familias muestran algo más de cautela al gastar. El empuje contracíclico que parece ser necesario recae entonces sobre el Banco Central. Ello torna probable que en octubre se vuelva a recortar la tasa de política", dijo.

En caso de darse una rebaja, el BBVA indicó que "probablemente será acotada", ya que de darse un estímulo más agresivo entonces se podría exacerbar las presiones de depreciación sobre la moneda local y dañar los balances de los agentes del sector privado con descalce de moneda.

"La intervención cambiaria para suavizar la depreciación, por otro lado, podría afectar la liquidez en soles y presionar al alza las tasas de interés en esta moneda. En ambas situaciones se atenúa el impacto del recorte de la tasa de referencia", señaló.

El BBVA consideró importante que un eventual impulso monetario contracíclico, adicional al que ya se ha venido dando, venga acompañado de un mayor soporte a la actividad por el lado fiscal. "Para ello se requiere ejecutar lo que ya se ha anunciado", anotó.