Big data
Big data

Los banqueros centrales de todo el mundo crearon o crearán departamentos para adoptar el big data en su búsqueda de entender mejor las economías que administran.

“Una vez Isaac Asimov dijo: ‘No les tengo miedo a las computadoras, sino a que falten’”, dijo en un discurso reciente David Hardoon, director de datos de la Autoridad Monetaria de Singapur.

“Ahora estamos comenzando a incorporar las herramientas, la infraestructura y los conjuntos de habilidades necesarios para aprovechar el poder de la ciencia de datos y destrabar conocimientos, mejorar el monitoreo de riesgos, aumentar el cumplimiento de las normas y transformar nuestra forma de trabajar”.

Autoridades como Hardoon aprovechan recursos disponibles al público como Google Trends y páginas web de empleos para ayudar al “nowcast” (análisis preciso del presente, el futuro a muy corto plazo y el pasado muy reciente) de sus economías, y datos confidenciales como los registros de crédito que pueden ayudar a identificar un banco en problemas.

La compilación de microdatos aumentó tras la crisis financiera, cuando las autoridades se dieron cuenta de que carecían de información de profundidad para tomar decisiones apropiadas.

A continuación, un vistazo de cómo los bancos centrales del mundo usan o planean usar big data.

Japón
El Banco de Japón viene usando big data desde 2013 para analizar estadísticas económicas. Comenzó superando los pronósticos privados en la precisión de sus proyecciones para el PIB y evolucionó hasta crear su propio índice experimental, que llevó al Gobierno a evaluar si está subestimando el crecimiento.

China
En mayo, el Banco Popular de China informó que usará más big data, inteligencia artificial y computación en nube para aumentar su capacidad de reconocer, prevenir y reducir riesgos financieros en varios sectores y mercados.

En líneas generales, los entes reguladores chinos se mantienen alejados de las innovaciones en tecnología financiera, que generaron éxitos como la Ant Financial de Jack Ma, pero también problemas como el fraude del crédito online. China tomó su medida más reciente el mes pasado, cuando frenó las aprobaciones de nuevas microentidades de préstamos online.

EE.UU.
Este año, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, profesó que los funcionarios del banco central estadounidense están “entusiasmados con el big data y quieren encontrar formas de usarlo”, pero también dejó claro que las decisiones sobre política monetaria todavía dependen —y seguirán dependiendo por un tiempo— de las series de datos tradicionales.

El big data fue bien usado por el personal de economistas de la Fed que estudia asuntos específicos, como la actividad de gasto después de huracanes. Pero la Fed le observa muchos límites, especialmente los períodos de tiempo restringidos que abarcan las series de datos súper ricos, que disminuyen mucho su poder predictivo.

Además, muchas veces los conjuntos de datos son producidos por empresas privadas que no se concentran en el análisis económico. Así, pueden resultar menos confiables y eso hizo que la Fed se mostrara recelosa de aplicarlos para decidir políticas.

Eurozona
El BCE anda probando con big data desde 2013. La información sobre unas 40,000 transacciones diarias en el mercado monetario formará la base de una tasa de referencia alternativa a medida que las referencias tradicionales vayan perdiendo fiabilidad.

La institución también compró un gran conjunto de precios de compras de consumidores reales y está investigando formas de rastrillar internet para medir la inflación en tiempo real.