Redacción Gestión

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(Bloomberg).- Durante años, Vladimir Putin utilizó al Banco de Actividad Económica Exterior (Vnesheconombank) para pagar "proyectos especiales", desde las Olimpíadas de Sochi a compras encubiertas en Ucrania o rescates financieros de oligarcas. Ahora el banco estatal necesita un rescate para sí mismo y podría ser el más costoso del Kremlin.

El banco debía ser el impulsor financiero del capitalismo de Estado dirigido por el presidente ruso, utilizando su apoyo para recaudar miles de millones a bajas tasas en los mercados occidentales e inyectándolos en proyectos que el Kremlin quería financiar, algunos ocultados de la vista pública con nombres código como "Lirio del Valle".

Golpeado por las sanciones occidentales el año pasado, el Vnesheconombank ha dejado de conceder préstamos. El costo de su rescate financiero podría alcanzar los 1.3 billones de rublos (US$ 18,000 millones), según varios altos funcionarios del gobierno, elevando rápidamente el déficit presupuestario en momentos en que el desplome de los precios petroleros obliga a recortar gastos.

"El gobierno no puede dejarlo solo para enfrentar los problemas causados por la situación financiera y económica en el país, hablando en claro, por diversos tipos de presiones de sanciones", dijo el primer ministro Dmitry Medvedev durante una reunión de la junta del banco para sopesar las opciones de rescate el 22 de diciembre.

El golpe de las sanciones.Durante los pasados ocho años, el Vnesheconombank llegó a personificar el sistema híbrido de Putin que combinó elementos del mercado financiero con el ajustado control del Kremlin, al financiar miles de millones en proyectos industriales y de infraestructura cuando los precios petroleros eran altos y el crédito extranjero fácil.

Pero en el 2014 Estados Unidos y la Unión Europea impusieron sanciones por la crisis en Ucrania y cortaron el acceso del banco a los mercados financieros internacionales, dejándolo sin una fuente barata de fondos y enfrentando una deuda en moneda extranjera por US$ 16,000 millones, cuando el rublo inició su caída.

Al mismo tiempo, el descenso de los precios petroleros aceleró la caída de Rusia hacia una recesión, aumentando la deuda de los proyectos del banco.

A inicios de mes, Putin dijo que muchas agencias de desarrollo se "habían convertido en basureros para deudas malas", en lo que las autoridades dijeron que era una clara referencia al Vnesheconombank. Las pérdidas en el amplio catálogo de proyectos encargados por el Kremlin podrían llegar a 1.2 billones de rublos, según el Ministerio de Finanzas, o cerca de la mitad del déficit presupuestario del próximo año. El banco enfrenta US$ 7,300 millones en pagos por devolución de deuda por los próximos años y solo cuenta con una fuente significativa de recursos: el Estado.

Ahora el gobierno considera desechar el modelo híbrido original como parte del rescate financiero. El ya apretado presupuesto del gobierno probablemente tenga que asumir las inmensas pérdidas de los "proyectos especiales", mientras un reorganizado banco serviría como una agencia para repartir el poco dinero que queda a las industrias, dijeron autoridades. Los términos del rescate financiero se podrían decidir esta semana.

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