Entre los choques agregados se consideran a los desastres naturales. (Foto: USI)
Entre los choques agregados se consideran a los desastres naturales. (Foto: USI)

Javier Báez, economista senior de la Práctica Global de Pobreza y Equidad del , presentó el estudio - del cual es autor -  ¿Desarrollo Económico Inestrable? Choques Agregador en América Latina y el Caribe, en el que se destaca los notables avances de la región para convertirse en una sociedad de ingresos medios.

"Desde el 2011 existen más latinoamericanos dentro de la clase media que viviendo en la pobreza, y se proyecta que la clase media se convertirá en el grupo más grande de la región (Banco Mundial 2014)", precisa el informe del

Si bien los beneficios logrados se extienden a otras áreas del desarrollo humano, tales como mayor acceso a los servicios básicos y menor mortalidad materna e infantil, estos beneficios no están garantizados debido, en parte, a altos niveles de exposición y vulnerabilidad frente a diversos choques agregados como desastres naturales, conflictos civiles, crisis financieras, entre otros.

"Los altos niveles de vulnerabilidad se agravan por la exposición a numerosos choques que afectan a la región, en particular, los riesgos de desastres naturales. La incidencia de estos fenómenos se triplicó a nivel regional y global entre 1970 y el 2014. La presencia de lluvias y sequías extremas se ha convertido, prácticamente, en una amenaza constante en la región", precisa Báez.

En ese línea, se resalta que la presencia de un marco normativo de naturaleza macro-prudencial más restrictivo en la mayoría de países ha aumentado su resiliencia frente a las crisis económicas. Sin embargo, la región se encamina hacia un nuevo equilibrio de menor crecimiento, acompañado de un incremento de los déficits en cuenta corriente y de una mayor exposición a otros factores externos.

Los severos choques naturales y aquellos provocados por el hombre perjudican la expansión económica y los ingresos de los hogares, pese a ellos algunos se recuperan más rápido, pero para los pobres y vulnerables la recuperación puede demorar.

El estudio revela además que muchos de los trabajos que se mantienen o que son creados después de un choque severo son de menor calidad.

El subempleo, una manifestación de la subutilización de los trabajadores y sus capacidades, tiende a aumentar durante las recesiones económicas, desastres naturales y conflictos civiles. La crisis financiera global provocó un considerable incremento en la incidencia de empleos precarios en muchos países, a pesar del deseo de los trabajadores de permanecer más horas en sus trabajos y tener contratos más estables.

"De 35 economías desarrolladas monitoreadas por la Organización Internacional del Trabajo, 29 registraron un incremento de empleos temporales a tiempo parcial y de carácter involuntario entre el 2007 y el 2010. El empleo informal, una característica común en los mercados laborales de la región, también aumentó en algunos países durante la crisis global", se detalla.

Asimismo, se menciona que las personas expuestas durante su niñez a los efectos directos de los conflictos internos en El Salvador y Perú tienen mayores  probabilidades de tener un trabajo informal más adelante. "Más aún, las probabilidades de que los trabajos recién creados después de las crisis sean de corto plazo en lugar de largo plazo son mayores", precisa el informe de Báez.