(Foto: USI)
(Foto: USI)

Han pasado 25 días desde que juramentó como nuevo presidente de la República, y en este tiempo ha mostrado su interés por darles mayor protagonismo a las regiones.

El mandatario ha remarcado que los ministros tendrán mayor presencia en provincia y, solo hace unos días, se realizó un Gore Ejecutivo Extraordinario.

¿Pero en qué situación recibe Vizcarra a las regiones del país?
La segunda edición del Índice de Progreso Social (IPS) regional para el Perú 2017 -elaborado por Centrum Católica, en alianza con la Fundación Avina y el SocialProgress Imperative- permite tener una visión de la situación actual de las provincias.

Este índice busca medir el bienestar de las personas, aislando las consideraciones puramente económicas. La medición se realiza de una escala del 0 al 100 y resalta que de las 26 regiones evaluadas, solamente cuatro han registrado un progreso social medio alto (de 65 a 74 puntos).

“A pesar del avance económico del país, no todas las regiones han logrado mejorar su calidad de vida, lo cual refleja que el progreso social no solo depende del factor económico sino también de otros componentes, como la implementación de políticas públicas adecuadas, focalización de los recursos, entre otros”, subraya el informe.

Es así que Moquegua, Lima Metropolitana, Ica y Tacna fueron las regiones que lideraron este ranking. Mientras que Madre de Dios, Pasco, Ucayali y Loreto quedaron al final de la tabla.

Aunque este resultado “aprobado” -con baja nota- se registre en muy pocas zonas del país, representa un avance respecto al ranking del 2016, donde el progreso social se dividía en medio bajo y bajo (14 y 12 regiones, respectivamente).

Aun así, debería ser de preocupación del actual Gobierno que ninguna región llegue a los 85 puntos y se considere con niveles muy altos de progreso social.

Es importante notar que la geografía parece jugar un rol muy importante cuando de progreso se trata. Las regiones con mayor avance están ubicadas en la costa del país, mientras las menos favorecidas están en la sierra y, principalmente, en la selva.

“Los resultados agregados muestran que las regiones avanzan, aunque lentamente, y aún deben superar varios desafíos en múltiples dimensiones. Existen brechas significativas en el progreso social entre las regiones, siendo aquellas localizadas en la costa las que se encuentran en una mejor situación, seguidas por las regiones de la sierra y, finalmente, las regiones de la selva”, refirió Juan Cristóbal Birbuet Rosazza, Director para América del Sur del Índice de Progreso Social.

Necesidades básicas
El índice se calculó con una metodología que excluye el dinamismo económico y se centra en otras variables que miden el bienestar de la población. En el estudio, estas variables se concentran en tres grandes dimensiones.

La primera de ellas es la satisfacción de necesidades básicas humanas, en la que se incluyen las variables de nutrición y cuidados médicos básicos; agua y saneamiento básico; vivienda y seguridad personal.
Lima Metropolitana y las regiones aledañas a ella, en la costa, son las que presentan mejores niveles de calidad de vida.

“Es resaltante el caso de Lima provincias, dado que su progreso se debe al incremento en el acceso a servicios de agua y saneamiento”, anota el reporte.Pero, en términos generales, el informe subraya que ninguna región ha logrado brindarles a sus ciudadanos las condiciones óptimas para su desarrollo. Muchos de ellos no cuentan con servicios básicos en sus hogares.

Fundamentos del bienestar
La segunda dimensión está relacionada a la existencia de elementos fundamentales para el mantenimiento y desarrollo del bienestar de las personas y comunidades.

Los cuatro indicadores que componen este pilar son el acceso a conocimientos básicos; acceso a la información y telecomunicaciones; salud y bienestar; y calidad ambiental.

De las tres dimensiones, esta es la que presenta más cambios en las regiones. Esto a causa de los componentes de información y ambiente.
Según lo que reveló el informe, no se logra que las personas en las zonas rurales tengan acceso y hagan uso de Internet, mientras que la percepción sobre la contaminación en el aire en las zonas de residencia sigue elevada.

Sin embargo, las regiones que destacan en esta dimensión son Huancavelica y Amazonas. Esto se explica por los componentes de salud, bienestar y calidad ambiental.

“Los indicadores de Huancavelica muestran que solo el 20% de los ciudadanos sufre de alguna enfermedad crónica frente al 50% de Moquegua (...). Mientras que Amazonas, en el componente ambiental, destaca no solo por el reducido impacto ambiental que genera en el ecosistema, sino porque es la región que más reforestó su superficie terrestre”, explica.

Oportunidades
La tercera dimensión se centra en evaluar la existencia de oportunidades para que todas las personas puedan lograr su pleno potencial. Tiene como centro el respeto de los derechos personales, la libertad de expresión y la tolerancia e inclusión.

Y añade el componente de acceso a la educación superior, entendiéndolo como un activo para el futuro de los peruanos. De las 26 regiones, solo una de ellas tiene un progreso social alto, mientras que cuatro tienen un progreso social medio alto.

Dichas regiones, en cierta medida, han podido asegurar que los ciudadanos de su zona gocen de sus derechos y libertades más fundamentales (como el derecho a la libertad de expresión). Lamentablemente, esto no es transversal a todas las provincias. De hecho, todas las demás tienen un nivel medio bajo y bajo; y solo Loreto cuenta con un progreso social muy bajo.

“En estas regiones aún existen factores, dentro del componente tolerancia e inclusión, que obstaculizan que las personas elijan libremente sobre sus vidas. Por ejemplo, la violencia contra la mujer”, anota el índice.

Todas las regiones presentan carencias en el componente de acceso a la educación superior, por ejemplo, el porcentaje de mujeres que accedieron a educación superior no supera el 50%. Regiones de la selva y sierra son las que presentan los puntajes más bajos.

Metodología
El Índice de Progreso Social tiene una escala de 0 a 100 puntos, siendo 100 el puntaje máximo que se puede obtener y 0 la puntuación más baja. Cada dimensión y componente tienen la misma escala.

Es importante resaltar que el tener una puntuación alta en alguna dimensión o componente del IPS no significa que todos los indicadores que los conforman tengan el mismo puntaje o que no existan áreas que deban mejorarse.

Cifras y datos:
Moquegua: Esta provincia lideró por segundo año consecutivo el ranking de Progreso Social, pero aún con una calificación baja. Además, ocupó el primer lugar en la dimensión de Oportunidades.

Lima provincias. Tuvo un salto importante en un año. Mientras en el 2016 ocupó el puesto 15, en el índice del año pasado se ubicó en el puesto 6.

El índice. El IPS es una medición que se realiza a nivel mundial, cuyo objetivo es medir el desarrollo social de una localidad a partir de un modelo holístico compuesto por temas relevantes para la sociedad.