Después de 36 años de no poder clasificar a un Mundial de fútbol, el equipo de la blaquirroja le dio la oportunidad a los peruanos de volver a ilusionarse con el inicio de un Mundial (esta vez en Rusia). Esta ilusión también alcanzó al nuevo ministro de Economía, Carlos Oliva, quien se declaró fanático del deporte rey (quien no solo lo ve, sino que lo práctica).

Tal es así que se animó a “proyectar” que el Perú le ganaría 1 a 0 a nuestro rival, Dinamarca, en el partido de mañana. Con ese mismo ánimo, el titular del sector cree que el Perú también puede “golear” en materia económica y ya tiene un plan de tres pilares para ello.
Durante su primera conferencia en la Presidencia de Consejo de Ministros (PCM), Oliva señaló que se abordará el tema macroeconómico, microeconómico y lo referido al sector público.

En el primer caso, explicó que se buscará alcanzar el crecimiento sostenible teniendo “prudencia fiscal”. En el segundo punto, aseguró una cercanía mayor con los otros sectores económicos. Y, finalmente, pretenderá que se corrijan las deficiencas del estado para que los bienes y servicios lleguen al usuario final.

Después de esta conferencia, y tras su presentación en el Congreso, el ministro concedió una entrevista a Gestión para explicar los planes para el país.

¿Cómo se alcanzará un crecimiento económico sostenido de la mano de prudencia fiscal?
Las dos cosas están íntimamente relacionadas. La prudencia fiscal significa, en términos prácticos, ir reduciendo el déficit fiscal. Para este año la meta es 3.5% del PBI y se debe llevar al 1% al 2021.

¿Se puede ajustar la meta de déficit fiscal a menos del 3.5% del PBI para este año?
Podría ser. Vamos a trabajar para que sea menos de 3.5% del PBI porque eso me facilitaría la transición hacia el 1%. La buena noticia es que parte tributaria está empezando a responder, eso tenemos que consolidarlo.

¿Cuál es el plan para alcanzar la consolidación fiscal?
Digamos que el trabajo es pasar de 3.5% a 1%. Esto significa que debo “recuperar” 2.5 puntos en 3 años. Allí están las medidas tributarias que se plantean, las que tienen que ver con la administración tributaria, combatir evasión, ilusión, entre otras. Creo que nos pueden dar, en el mejor de los casos, 1 punto, quizá 0.7 o 0.8 puntos (ver página 18).

Ahí un tema potente son las facturas electrónicas. Pero, para implantarlas, necesitamos los sistemas, no es algo que se haga de un día para otro. Esto podría funcionar bien y darnos buen empuje.

En los pocos días desde que ingresó al ministerio de Economía ( MEF), ¿puede decir que es una posibilidad lejana elevar la tasa del IGV para alcanzar la meta de déficit fiscal?

Ese es el escenario que estoy manejando. El aumento de la tasa del IGV no está en las opciones de corto plazo que estamos analizando. La apuesta es por lo otro (las acciones y las facultades legislativas).
Es una medida que siempre va a estar ahí, en este Gobierno, en el próximo. Dependera de las evaluaciones que se hagan.

¿Se llegará al 2021 con un déficit fiscal de 1% del PBI?
Esa es mi apuesta y para eso voy a trabajar. Siempre pasan cosas, pero voy a trabajar. Con un crecimiento que se empiece a acelerar, terminamos este año en 4% y el otro año bordeamos el 5%. Además, con las medidas tributarias y la eficiencia del gasto, vamos a llegar al 1%. Eso es lo que está en mi cabeza. Habría que hacer números naturalmente, pero ese es el mapa que tengo en mi cabeza.

Durante su primera conferencia en la Presidencia de Consejo de Minsitros habló del gasto público. ¿Cómo prevé reducirlo?
El gasto ya no va a crecer a los ritmos de los últimos años. Vamos a tratar que crezca con las tasas del PBI, más o menos.
En el tema del gasto, quiero darle especial énfasis a la calidad. Soy consciente que el país necesita del gasto público, pero el gran tema es la calidad. Tengo una serie de ideas para esto.

¿Cuáles son esas ideas para mejorar la calidad del gasto?
Tenemos un gran vacío entre la compra de un bien y el “delivery” al usuario final. Cuando hacemos análisis de cuánto se gastó, nos quedamos -por ejemplo- en que gastamos el 90% del presupuesto y estamos felices. Eso está bien, hay que gastar lo más que se pueda del presupuesto, pero no significa que estamos llegamos a donde teneos que llegar. Hay mucha evidencia de que las cosas se quedan en el camino.

¿Qué planes tienen para revertir esta situación?
Hay toda un área que tenemos que trabajar y el MEF juega un rol importante. Tenemos que normar el sistema de abastecimiento, que incluye las compras, la logística, el manejo de almacenes.
Por ejemplo, los almacenes, los que he visitado, dejan mucho que desear. Tanto en términos de control, en tecnología; y seguramente hay mucha corrupción. El que no haya información me da a pensar eso. Hay todo un tema logístico que tenemos que trabajar en el Estado. Esa es la clave para mejorar la calidad.

¿Significará una reestructuración del sistema de compras?
Las compras es parte del sistema de abastecimiento. Se compra y el OSCE es el supervisor de esa compra, pero no se asegura que llegue a la unidad ejecutora en la punta de un cerro. Por eso necesitas la logística. Además, el registro patrimonial.
Hay todo un proceso que tiene que ver con llegar al usuario final. Pero de ahí hasta que llegue, ese es el tema enel que me quiero meter porque hay un hueco negro, no hay quien haga la rectoría.

¿Se cambiará la legislación o la organización para alcanzar este plan?
Significa que primero hay que normar un rector del sistema. Así como en el presupuesto tiene un rector que es la Dirección General de Presupuesto, necesitamos crear al rector del sistema de abastecimiento que se encargue de hacer los procesos. Hoy no existe.

¿El liderazgo lo tendría el MEF?
Sí. Está en las facultades.

Es decir, de aprobarse las Facultades, ¿en 60 días tendríamos al rector?
Así es. Probablemente por la época del año que estamos, las normas empezarán a partir del próximo. Para el próximo año, debería estar bien armado. Es una gran reforma que se va a hacer y que es necesaria.

¿Qué medidas espera tomar para impulsar el crecimiento económico del país?
Es muy temprano para anticipar medidas. Más bien, hay un grupo de acciones que tenemos que realizar para generar confianza. No son concretamente medidas, son gestos y acciones que tiene que demostrar todo el Gobierno.
Tampoco creo que existen medidas que están ahí debajo del cajón, que si las saco y las presento, empezamos a crecer al 6%. Eso no existe. Tenemos que ir a todos los sectores, ver dónde el Estado está entorpeciendo la inversión privada, pero también ver las fallas del mercado.

Si estuviéramos en diciembre del 2018, ¿cuáles son las metas o las cifras que le gustaría alcanzar para lograr los tres pilares que ha mencionado?

Sí me gustaría que haya un cambio en las expectativas, en la manera cómo piensa la gente. Que la gente crea en su Estado.
Diciembre quizás es muy pronto, pero quiero que la gente crea que se están haciendo cosas buenas; o que si quieren cosas de calidad, tienen que pagar sus impuestos. Este es el tipo de cosas me gustaría empezar a sembrar para fomentar la institucionalidad de país.

Además de las expectativas de los ciudadanos de a pie, ¿qué espera de las expectativas de inversión?
Me gustaría que cerremos este año con cifras mejores a las proyectadas en abril (en el Informe de Actualización de las Proyecciones Económicas), tanto en términos de déficit fiscal, como en términos de crecimiento económico.

¿Con cuánto de presión terminamos el año?
Espero medio punto más de presión tributaria que el año pasado (13.4%). Por el lado de las medidas de administración tributaria, como van a salir en agosto, este año probablemente no haya impacto. Pero, por ejemplo, el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) nos va a dar presión.
Al final, todo va a depender de cómo venga el crecimiento de la economía. Con mucha suerte podemos aumentar un punto (la presión tributaria). A todos nos gusta dar cifras, pero hay que ser cuidadosos con las expectativas.

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