Redacción Gestión

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(Bloomberg).- Una pequeña mina de arena en el camino no parecía algo demasiado importante hace 17 años, cuando Alphonse Dotson eligió el lugar para un viñedo en Texas Hill Country.

Hoy, está rodeado de cuatro minas que hacen explotar arena de la tierra, llenando el aire con el fino polvo que se esparce en hectáreas de las sensibles vides. Pronto se abrirá una quinta, y dice que está preocupado."No quiero morir asfixiado", dijo.

Súmese, pues, la extracción de arena a la lista de industrias transformadas por el auge petrolero estadounidense. Los diminutos granos de sílice son lo que hace que la fractura hidráulica se intensifique, apuntalando grietas abiertas perforadas en la roca para que puedan fluir el y el . Con el aumento de la perforación, también aumentó la demanda de arena.

La producción de arena creció más del doble en en los últimos siete años. Para fines de 2016, las compañías petroleras de Norteamérica bombearán 145,000 millones de libras (66,000 millones de kilogramos) de sus pozos anualmente. Lo suficiente para llenar vagones de ferrocarril desde San Francisco hasta Nueva York –y la vuelta.

Esto está generando quejas de las comunidades locales, según Grant Smith, asesor sénior en materia de política energética en el Civil Society Institute.

El polvo de arena puede penetrar profundamente en los pulmones y el torrente sanguíneo; las minas consumen cantidades enormes de agua; los camiones cargados de arena están dañando las rutas; y los valores de las propiedades pueden verse afectados.

El crecimiento de la minería es "un peligro poco comprendido del auge de la fractura hidráulica ('fracking')", dijo Smith en una conferencia con periodistas en setiembre.

Precios más altosLas compañías de energía están pagando un 6% más la arena este año en un momento en el cual los precios del petróleo se desploman. Si bien los precios bajos pueden desacelerar la perforación, no representarán un cuello de botella en el suministro, dijo Samir Nangia, director en la compañía de investigación PacWest Consulting Partners con sede en Houston.

Las empresas dedicadas a la fractura hidráulica tienen dificultades para conseguir arena suficiente ya que no hay suficientes camiones y vagones de ferrocarril para entregarla.

Los costos más altos del transporte están carcomiendo las ganancias de las empresas de servicios petroleros como Schlumberger Ltd., Halliburton Co. y Baker Hughes Inc.

El máximo responsable ejecutivo de Halliburton, Dave Lesar, dijo que el mayor proveedor del mundo de servicios de fractura hidráulica ha tenido que postergar trabajos a la espera de arena.

"De hecho, perdimos algunos trabajos, como les ocurrió a casi todas las otras empresas de servicios", dijo Lesar en una teleconferencia el mes pasado.

Halliburton creó un Centro de Crisis de Arena para Fractura Hidráulica en Houston. Tres pantallas gigantescas con gráficos y mapas dominan la oficina, en tanto los trabajadores tratan de conseguir arena.

Para Billy Smith, director sénior de operaciones norteamericanas que supervisa el centro neurálgico de Halliburton, algunos problemas son difíciles de predecir. Un sábado reciente, tuvo que rastrear un tren entero de arena, 20 millones de libras en 100 vagones, que había quedado atascado en Lincoln, Nebraska, y llevaba un atraso de 12 horas.

Al parecer, un equipo ferroviario se había ido el día anterior y sus reemplazos se retrasaron debido a un partido de fútbol americano en la Universidad de Nebraska. Smith ahora evita transportar la arena atravesando ciudades universitarias.