Redacción Gestión

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La Habana (Reuters).- Un barco cargado con alimentos y productos de ayuda humanitaria procedente de Miami atracó el viernes en La Habana y se convirtió en el primero en unir ambos puertos en forma directa en medio siglo.

El navío "Ana Cecilia" zarpó el miércoles llevando en su bodega artículos de uso hogareño enviados desde la ciudad estadounidense por familiares de cubanos. Su viaje puso fin al largo paréntesis que paralizó esa ruta en 1962 con el embargo decretado por Washington contra el Gobierno comunista de Fidel Castro.

La distensión ordenada por el presidente estadounidense, Barack Obama, para viajes familiares y despacho de remesas en 2009 permitirá que el trayecto Miami-Cuba vuelva a ser navegado semanalmente pese a que el bloqueo comercial sigue en pie.

"Es una de las mejores cosas que han pasado. Hay que empezar ya a hacer cosas así y hay que empezar a crear puentes como este, esto es lo más importante que se puede hacer entre los dos pueblos", dijo a Reuters por teléfono Leonardo Sánchez-Adega, portavoz de la empresa International Port Corp.

"La cosa más grande que llevamos es un colchón y una silla de ruedas eléctrica", agregó, aludiendo al único contenedor que transportan en el primer envío.

Cuba y Estados Unidos son enemigos ideológicos desde poco después de la revolución de 1959. Washington impone a La Habana un embargo comercial que impide el libre flujo entre las dos naciones separadas a 145 kilómetros por el Estrecho de Florida.

El "Ana Cecilia" zarpó el miércoles desde Miami, Florida, y tenía su llegada programada para el jueves aunque se retrasó por errores en la documentación requerida para entrar a la isla.

Para poder unir La Habana con Miami, hogar de la mayoría de los más de un millón cubanos radicados en Estados Unidos, International Port debe contar con las licencias que exigen el Departamento de Comercio y la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de ese país.

La empresa está autorizada a transportar artículos considerados ayuda humanitaria por Washington, como alimentos, medicinas, electrodomésticos, muebles y ropas.

En el puerto de La Habana, un grupo de cubanos que vio atracar al barco en la madrugada se mostró esperanzado con su llegada.

Está bien eso, es una ayuda a los familiares (…) no tiene nada que ver con nada, ni con la política ni nada", dijo Víctor Angel Díaz, de 75 años, mientras vendía cucuruchos de cacahuete tostado frente al paseo marítimo de La Habana.