(Foto: USI)
(Foto: USI)

La solución para el destrabe de la continúa incierta a diferencia de lo que ocurre con la tercera etapa del también proyecto de irrigación Chavimochic en La Libertad, en la que ya se instaló una mesa técnica y se esperan noticias positivas esta semana.

, gerente ejecutivo de la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema), explicó a Gestión.pe que si bien las obras preliminares ya están concluidas y por iniciarse las obras principales, “las obligaciones contractuales se encuentran parcialmente suspendidas hasta el 30 de diciembre de 2018”.

En concreto –dijo el funcionario– para su reactivación “deberá contarse con un pronunciamiento definitivo respecto de la propuesta de cambio tecnológico presentado por el concesionario ( y una eventual adenda al contrato de concesión, con la reprogramación de las obligaciones ligadas a este cambio tecnológico”.

Un tema pendiente es la suscripción de la propuesta de adenda número trece, presentada por el concesionario en junio, que de aprobarse demandará el desembolso de US$ 110 millones adicionales por parte del Estado, debido que se tiene asegurado cerca de US$ 96 millones del Gobierno Regional y no los US$ 14 millones adicionales que se necesitan.

Con ello, la inversión pasaría de unos US$ 550 millones a casi US$ 660 millones. Entre los cambios tecnológicos planteados se encuentran la implementación de un sistema de riego tecnificado y el techado del canal por el que discurrirá el agua desde la represa de Angostura hasta las parcelas.

“A la fecha se viene evaluando si la propuesta presentada por el concesionario, sustenta el monto de inversión solicitado por éste y el beneficio que genere, así como la forma de recuperación y retribución de estas inversiones”, explicó . La evaluación de la propuesta está a cargo del Ministerio de Economía y de Agricultura, principalmente arguyó el especialista.

En agosto –cabe recordar– fuentes del Ejecutivo detallaron a la edición impresa de Gestión que si el Gobierno Regional de Arequipa da luz verde a la citada adenda, el Gobierno Central asumiría el incremento en el presupuesto que ello genere con los recursos provenientes de la venta de tierras. No obstante, a la fecha no hay propuestas concretas sobre qué rumbo tomará

detalló, que en el esquema de Asociación Público Privada (APP) –modelo bajo el cual está – el concesionario asume el riesgo de diseño, construcción y operación de las obras a ejecutarse; por cuanto el Estado no podría elaborar propuestas alternativas para el "destrabe" de la segunda etapa del proyecto de irrigación debido a que los riesgos señalados anteriormente dejarían de ser del concesionario.

¿Cuál es la situación actual del concesionario (? Al respecto, el gerente de Autodema afirmó que “ha reducido ostensiblemente el personal y maquinaria en obra, limitándose a realizar mantenimientos preventivos, en tanto no se defina la propuesta planteada”.

Como se recuerda, el concesionario está representado por la filial peruana de la española Cobra que –en julio– compró las acciones de la peruana Cosapi, que se alejó definitivamente del proyecto Majes Siguas II.

¿Centrales hidroeléctricas en riesgo?

Para el especialista de Autodema, las “eventualidades” para el desarrollo de la segunda etapa del proyecto de irrigación “han sido previstos oportunamente” por lo que no correría riesgo el componente hidroenergético de la obra.

El que supone la construcción, operación y mantenimiento de –como mínimo– dos centrales de generación hidroeléctrica aprovechando el caudal total que discurrirá desde el túnel terminal (Querque) hasta la entrega del agua con fines de irrigación de las Pampas de Siguas en Lluclla, que estará a cargo de.

“El proyecto está concebido de una forma integral, estando sus componentes íntimamente relacionados y coordinados, así es que las eventualidades que alguno de ellos pueda afectar el desenvolvimiento de otro han sido previstos oportunamente, en consecuencia la construcción de las centrales hidroeléctricas concesionadas, se adecua a la ejecución de las obras hidráulicas mayores”, puntualizó.