La postura de línea dura hacia uno de los mayores exportadores de soja del país está en línea con las promesas del gobierno de izquierda –que tomó el mando el mes pasado– de adoptar un enfoque menos tolerante con las empresas.
La postura de línea dura hacia uno de los mayores exportadores de soja del país está en línea con las promesas del gobierno de izquierda –que tomó el mando el mes pasado– de adoptar un enfoque menos tolerante con las empresas.

El banco más grande de planea oponerse a cualquier intento de Vicentin SAIC de reestructurar su deuda de US$ 900 millones, diciendo que la compañía agrícola debe vender activos para pagar sus obligaciones antes de buscar alivio, según personas familiarizadas con el asunto.

Funcionarios nombrados en el estatal Banco de la Nación por el nuevo presidente, , dijeron a Vicentin que necesita recaudar dinero ahora. También están investigando un préstamo otorgado a la compañía en busca de irregularidades, dijeron las personas, quienes pidieron no ser identificadas por tratarse de un asunto privado.

La postura de línea dura hacia uno de los mayores exportadores de soja del país está en línea con las promesas del gobierno de izquierda –que tomó el mando el mes pasado– de adoptar un enfoque menos tolerante con las empresas. Fernández se ha comprometido a priorizar las necesidades de los ciudadanos comunes y eliminar los privilegios que, según él, a menudo acompañaron los acuerdos por canales secundarios que favorecían a las grandes corporaciones y a los ricos.

El punto de vista de Banco de la Nación es clave porque es el mayor acreedor de Vicentin, que el mes pasado no realizó un pago de US$ 350 millones a los agricultores, en medio de una crisis económica en el país dependiente de la agricultura. Banco Nación, entonces bajo el control del antiguo gobierno, extendió una línea de crédito para cubrir el déficit, según personas familiarizadas con el asunto.

Más dinero

Además, Vicentin obtuvo un préstamo no garantizado de US$ 300 millones del Banco Nación durante la administración anterior que fue aprobado por la junta pero que no pasó por el departamento de préstamos del banco, según estas personas. Las autoridades ahora están investigando las circunstancias de ese préstamo, dijeron las personas.

Su expresidente Javier González Fraga no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios. El departamento de prensa de Banco Nación declinó comentar. La firma de relaciones públicas externas de Vicentin en Argentina declinó hacer comentarios en nombre de la empresa.

Eduardo Hecker y Matías Tombolini, designados por el presidente Alberto Fernández como presidente y vicepresidente del banco, ordenaron a los miembros de la junta no otorgar más préstamos sin garantía sin la aprobación de los ejecutivos del banco, según las personas familiarizadas con el asunto.

Hecker se ha reunido con al menos uno de los accionistas de Vicentin, Alberto Padoan, para decirle que la compañía tendría que vender activos para pagar deudas.

Padoan contestó que no era posible porque los precios que les ofrecen en este momento son demasiado bajos, dijeron las personas.

Contratación de asesores

Si bien Vicentin no ha declarado públicamente que tiene la intención de reestructurar su deuda, ha enviado notas a la bolsa de cereales en Rosario en las que asegura estar trabajando para encontrar una solución a sus dificultades financieras. La firma de agricultura contrató a Roberto Helbling, exjefe de la unidad argentina de Barclays Plc, como asesor financiero para reestructurar su deuda, dijeron personas cercanas a la compañía. La compañía también contrató a la firma Estudio Alegría - Buey Fernández - Fissore y Montemerlo como asesores legales, junto con DLA Piper, dijeron las personas.

Estudio Alegría no respondió de inmediato a los esfuerzos en busca de comentarios. Helbling y DLA Piper declinaron hacer comentarios.

Vicentin recaudó algo de dinero el mes pasado vendiendo una participación de 16.7% en Renova, propietario de la mayor planta de trituración de soja de Argentina, a su socio Glencore Plc, el mayor trader de productos básicos del mundo, por un precio no revelado. Glencore, con sede en Baar, Suiza, ahora posee 66.7% de Renova, mientras que Vicentin posee el resto.

Además de su participación en Renova, Vicentin posee una unidad de algodón, un puerto con capacidad para cargar 270 barcazas al año, un productor de jugo de uva, un corral de engorde con 20,000 cabezas de ganado, un viñedo y un productor de aceite de cocina de soja, maíz y girasol.

Con sede en la provincia de Santa Fe, Vicentin es la compañía que más harina y aceite de soja envía al extranjero desde Argentina, que es el mayor exportador de los productos que se utilizan para la gastronomía y el forraje de animales.

Vicentin, que el año pasado envió 5.3 millones de toneladas métricas de harina de soja y aceite, según registros públicos, aún no ha presentado ninguna solicitud formal para proteger sus activos en los tribunales, según el portavoz externo que maneja la prensa de la compañía.