INIA mejoró la calidad y productividad del mango de exportación de Piura, a través de acciones de transferencia tecnológica a pequeños y medianos productores del Centro Poblado del Valle de los Incas, en Tambogrande. (Foto: Difusión)
INIA mejoró la calidad y productividad del mango de exportación de Piura, a través de acciones de transferencia tecnológica a pequeños y medianos productores del Centro Poblado del Valle de los Incas, en Tambogrande. (Foto: Difusión)

En los últimos años, en el norte de Perú se ha registrado un crecimiento progresivo de la superficie cultivada de mango, alcanzando las 350,000 toneladas en la campaña 2017-2018, de las cuales 207,000 se destinaron a la exportación. Por lo tanto, las previsiones para la próxima campaña se estiman muy positivas para el cultivo de las variedades Kent, Edward, Ataulfo, Haden y Keitt.

Los datos de exportación están siendo muy positivos, de hecho al cierre de la campaña actual, las 207,000 toneladas exportadas, lo que equivale a unos 9,000 contenedores, representaron un incremento de 14% frente a las 181,000 toneladas despachadas en la campaña anterior, informó el portal FreshPlaza.com.

Juan Carlos Rivera, gerente de la Asociación Peruana de Productores y Exportadores de Mango (APEM), asegura que “este buen desempeño se dio gracias al nivel de la floración tras el Fenómeno El Niño. El saldo de la producción es para el mercado interno y para procesos industriales”.

El mango de Perú se envía principalmente como fruta fresca (60%), congelado (20%), pulpa (5%) y jugo (5%). La mayor parte del mango fresco se destina a los mercados de Europa en un 68% y a Estados Unidos en un 25%, mientras que otros mercados de Latinoamérica y Asia reciben en torno al 7% de la exportación.

“Actualmente, Perú ocupa el tercer lugar en exportación de mango tras haber desbancado a Ecuador hace tres años. Sus principales competidores son México que ocupa el número uno, y Brasil”, afirma Rivera.

La variedad Kent es la mejor para destinar a la exportación ya que es buena viajera, por eso es perfecta para el envío a China, donde hasta ahora la fruta ha llegado en buen estado. El envío se produce por vía aérea, ya que de ese modo el producto mantiene su calidad en sabor, textura y valor nutricional.

Una campaña con escasa competencia
El mango es una fruta con gran aceptación mundial debido a su exquisito sabor, la atractiva coloración y sus propiedades nutricionales excepcionales como las vitaminas A y C. Además, los productores peruanos tienen gran experiencia en el cultivo y manejo del mango de exportación.

Asimismo, siempre están implementando nueva tecnología para ayudarles tanto en los campos como en las plantas de envasado. Por esta razón, el mango peruano puede competir a nivel mundial con otros países exportadores.

Se trata de un cultivo muy resistente a las lluvias, por lo que el pasado fenómeno “El Niño” fue muy beneficioso para las plantaciones, ya que los suelos se hidrataron y se llenaron de limo, fortaleciendo las plantaciones.

El invierno frío que hubo posteriormente, seguido de falta de lluvia, contribuyó a una buena floración, lo que permitió que las plantaciones tuvieran un excelente desarrollo y una muy buena producción.

Normalmente la campaña comienza a principios de noviembre y se extiende hasta marzo, aunque es en enero cuando se concentra la mayor producción y, por tanto, los volúmenes de exportación son mayores, lo que favorece bastante a las empresas que se dedican al mango peruano.

Rivera explica que “ese mes nos favorece considerablemente porque estamos solos en el mercado internacional. Luego, cuando empieza a bajar la producción en Piura comienza en Lambayeque y, posteriormente, la producción de mangos se concentra en Casma, cerrando el círculo”.

Los valles donde se sitúan las variedades con fines de exportación son San Lorenzo, Chira, Medio Piura y Alto Piura, Lambayeque y Casma.

En el 2001 había implementadas unas 11,800 hectáreas de mango en Perú, mientras que a día de hoy disponen de unas 29,000 hectáreas. Asimismo, tienen en proyecto incrementar progresivamente unas 1,500 hectáreas más en los próximos cinco años, que se situarán en Lambayeque.