Amazon
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Desde hace meses, las compañías farmacéuticas y de beneficios de salud están preocupadas por la posibilidad de ser los próximos objetivos de la apisonadora disruptiva de Jeff Bezos.

En septiembre, Amazon.com Inc. adquirió Whole Foods Market, una cadena de supermercados que en teoría podría agregar mostradores de medicamentos en las tiendas; un mes más tarde llegó la noticia de que el gigante del comercio electrónico había obtenido licencias farmacéuticas en más de una docena de estados.

Los analistas publicaron funestas advertencias; las acciones fluctuaron.La paranoia de la industria está justificada, dada la propensión de Amazon de perturbar una industria tras otra. Pero vale la pena recordar que Bezos ha estado pensando en la farmacia de la esquina por casi 20 años.

No ha emergido una estrategia clara, de acuerdo con tres fuentes familiarizadas con los planes de la compañía, porque Amazon aún no ha descubierto cómo sacudir un negocio notoriamente complejo. Así que por el momento Amazon se enfoca en el mercado de US$200.000 millones de productos médicos.

La compañía ya vende paquetes a granel de guantes de látex, protectores para colchón y jeringas; ahora está comenzando con los dispositivos e instrumentos médicos. Amazon declinó referirse a la especulación sobre sus posibles ambiciones farmacéuticas.Eso no quiere decir que Amazon no comience a vender en algún momento medicamentos con receta.

El lado positivo probablemente es demasiado grande para ignorarlo. Las ventas de medicamentos con receta están estrechamente interconectadas con los comestibles y los artículos personales como maquillaje y champú.

Cada día que Amazon no ofrece antibióticos y Lipitor, está cediendo carritos de compra llenos de leche, huevos, lápices labiales, lociones, dulces y tarjetas de felicitaciones a Wal-Mart Stores Inc., Walgreens Boots Alliance Inc., CVS Health Corp. y Kroger Co.

Los medicamentos con receta son una puerta de entrada a más de US$1 billón en gasto de consumo, lo que hace que las farmacias minoristas sean tan ubicuas como las estaciones de servicio, los bancos y los establecimientos de comida rápida. Es difícil imaginar que Amazon sea solamente un actor de nicho en la industria de los comestibles sin farmacias.

Pero vender medicamentos con receta es mucho más complejo que cualquier otra cosa que haya intentado Amazon, gracias a un sistema fragmentado de reembolso de la atención médica y una serie de intermediarios entre los farmacéuticos y sus clientes.

Amazon se destaca por captar compradores con una amplia selección, precios bajos y entrega rápida de pedidos en línea. La compañía usa su base de 300 millones de compradores para atraer a comerciantes y fabricantes independientes que compiten en precio.

Para vender medicamentos con receta, la compañía con sede en Seattle tendría que atraer a partes interesadas muy arraigadas como los administradores de beneficios de farmacia y las compañías de seguros, que podrían preferir el status quo. Podría demorar un año o más simplemente para obtener licencias estatales, aunque Amazon podría hacerse con una farmacia que ya tenga licencia en todas partes.

Y llenar cada prescripción implica varios pasos, lo que podría alejar a los clientes acostumbrados a la facilidad de uso de Amazon. "Amazon está en el negocio de decir que sí, y los administradores de beneficios de farmacia están en el negocio de decir que no", señaló George Hill, analista de RBC Capital Markets.