Redacción Gestión

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Bloomberg.- Cuando parecía que los rendimientos de los bonos que promediaron 1.6% a fin de año no podían seguir bajando, Mario Draghi y el Banco Central Europeo inundaron el mercado de dinero barato. Eso llevó los rendimientos del Índice del Mercado Amplio Global de Bank of America Merrill Lynch a 1.39% el lunes, a apenas 0.06 puntos porcentuales del bajo nivel récord alcanzado en enero.

A pesar de que la Reserva Federal de los Estados Unidos se dispone a subir las tasas de interés, que son de un nivel cercano a cero, el plan de compra de bonos de 1 billón de euros del BCE lleva a los inversores a aceptar rendimientos negativos en más de US$ 1.9 billones de deuda soberana en todo el mundo. Los activos de renta fija desde deuda gubernamental hasta bonos empresariales se encaminan a aumentar 1.8% en los tres primeros meses de 2015, un séptimo incremento trimestral consecutivo que ha desafiado a los analistas de firmas desde Pacific Investment Management hasta JPMorgan Chase.

"El efecto de esas tasas bajas en Europa y la flexibilización cuantitativa ha tenido un efecto gravitacional en los rendimientos", dijo en entrevista telefónica Tim Anderson, máximo responsable de renta fija de RiverFront Investment Group, que administra US$ 5,000 millones en activos. "Los aumentos terminarán por hacerse menores, y en algún momento la compensación del riesgo no será tan atractiva, pero por ahora eso no se observa".

Entre las muchas firmas que apuestan a que los rendimientos de los bonos subirán en 2015, Pimco pronosticó que la aceleración del crecimiento limitaría el ascenso de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, los gilts británicos y los bunds alemanes, según el informe sobre perspectivas que dio a conocer en diciembre. Priscilla Hancock, una estratega de renta fija de la división de administración de activos de JPMorgan, también señaló que una economía estadounidense más fuerte haría subir las tasas de interés, lo que reduciría el atractivo de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos a los ojos de los inversores.

Enorme compresiónEse riesgo aún no se ha concretado en tanto el crecimiento y la inflación estadounidenses aún no cobran mayor fuerza y se estima que en la zona del euro no habrá inflación este año. El BCE y los bancos centrales nacionales de la región compran bonos soberanos en el marco de un plan de 19 meses de inyección de 1.1 billones de euros (US$ 1.2 billones) en la economía, una estrategia conocida como flexibilización cuantitativa, QE por la sigla en inglés.

"El mercado se recalentó mucho como consecuencia de la QE, dado que los diferenciales se han reducido mucho, hasta el punto de que todo se volvió absurdo", dijo Marc Baignères, jefe de deuda de grado de inversión para Europa, Medio Oriente y África de JPMorgan. "Observamos una enorme compresión, tanto en lo relativo a diferenciales como a cupones, porque todos están en busca de rendimiento".

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