La banca privada en el Perú ha tenido una transformación en los últimos 15 años. El crecimiento económico del país y la valuación de los activos reales ha generado el aumento exponencial del número de familias de alto patrimonio, clientes de la banca privada. Siempre hago la broma de que la banca privada y la riqueza privada en el Perú ha empezado a democratizarse. Tenemos una base crítica de clientes más grande.

Pero el negocio de banca privada también enfrenta hoy una mayor complejidad en el ámbito regulatorio y de la tributación. Las familias de alto patrimonio tienen que adaptarse a la complejidad del ámbito tributario no solo en el Perú sino a nivel global.

Y a la banca privada le toca brindar una asesoría seria y responsable.
Tanto las familias peruanas que generaron acumulación de su riqueza en los últimos años como aquellas que lo hicieron mucho tiempo atrás, ahora están demandando una mayor asesoría y portafolios diversificados no solo por tipo de activos sino también por regiones.

Hace 15 años, el inversionista promedio peruano buscaba básicamente bonos o certificados de depósitos, pero hoy quiere un portafolio muy diversificado.Otro tema que las familias de alto patrimonio están considerando ahora es la protección de sus datos. Hace cinco o seis años el tema de la ciberseguridad no se discutía, pero hoy está en la mesa para las familias y firmas de banca privada. Y es que con el avance tecnológico también ha aumentado la vulnerabilidad de las firmas que atienden a estas familias.

Hoy, para invertir nos gusta el mercado bursátil en general, pero sobre todo las acciones de la bolsa de EE.UU., en sectores como salud, financiero, tecnológico y energía. Los resultados de la economía estadounidense están siendo bastante buenos y también los de las empresas han sido fenomenales, y tenemos claro que la fiesta va a continuar en EE.UU. Creemos que en Europa también hay oportunidades porque ha empezado tarde el ciclo de crecimiento.

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