(Bloomberg).- El gobierno de la canciller alemana refuerza las naves para las próximas negociaciones sobre el Brexit, dando instrucciones a sus funcionarios de evitar cualquier tipo de contactos por la puerta trasera que pudieran dar una ventaja al Reino Unido.

La cancillería de Merkel está recibiendo a diplomáticos del Reino Unido, pero rechaza cortésmente otorgar cualquier tipo de ventaja antes de las negociaciones oficiales, según dos personas cercanas al tema. Funcionarios de algunos ministerios recibieron la instrucción de no mantener con sus similares británicos contactos oficiales que podrían revelar las posturas de la negociación, dijo otra fuente.

El mensaje alemán en privado es el mismo que en público: las discusiones no pueden iniciarse hasta que el Reino Unido presente su primera jugada tras activar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, dijeron las tres fuentes. Todos solicitaron no ser identificados por tratarse de asuntos reservados del gobierno.

La inflexible línea alemana pone de relieve el enfoque de Merkel de mantener un bloque de la UE unido frente al Reino Unido, incluso corriendo el riesgo de restringir los vínculos económicos. La postura de la principal figura política de Europa y líder de su mayor economía, sugiere que algunos de los más fervientes defensores del Brexit calcularon mal al contar con que Alemania le daría al Reino Unido lo que quisiera para facilitar las exportaciones de todo tipo de artículos, desde automóviles hasta chocolate.

La libra esterlina borró un avance previo frente al dólar a raíz de la noticia y varió levemente a US$ 1.2290 a las 12:53 en Londres.

Pedidos de comentarios al despacho de Merkel por teléfono y correo electrónico no obtuvieron respuesta inmediata. Steffen Seibert, su vocero principal, dijo a los periodistas la semana pasada que "la canciller ha sido consecuente en uno de los mensajes fundamentales en los últimos meses: la plena participación en el mercado común de la UE significa que el país que desee esta participación debe aceptar plenamente la libre circulación, las denominadas cuatro libertades".

La semana pasada, ante inquietudes por tanteos del Reino Unido entre los sectores automotor y farmacéutico alemanes, Merkel llamó a los principales grupos empresariales de Alemania a apoyar su postura de que el Reino Unido no puede pretender tener acceso total al mercado si restringe la inmigración desde la UE. Las negociaciones se volverán "extraordinariamente complicadas" si "todos hacen lo que quieren", dijo.

"Estamos esperando a que el Reino Unido gestione su salida de la Unión Europea primero", dijo Merkel durante una reunión del partido el fin de semana pasado.

No habrá selección de ventajas.Esa es la línea roja pública acordada por Merkel y otros gobiernos de la UE tras el referéndum del Brexit en junio, sumada a una negativa oficial a que el Reino Unido seleccione a gusto ventajas económicas sin aceptar la libre circulación de productos, servicios, capitales y personas de la UE.

El rechazo a otorgar negociaciones tempranas al Reino Unido implica que el anuncio de la primera ministra Theresa May de que activará la salida británica en abril podría terminar siendo contraproducente para su capacidad de operar sobre las conversaciones. Si hubiera tenido a otros gobiernos adivinando cuál iba a ser el momento, May podría haber visto resquebrajamientos en la unidad europea, ya que algunos gobernantes podrían perder la paciencia y empezar a ofrecer señales de posibles puntos de conciliación.