Redacción Gestión

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Berlín (Reuters).— Una amplia mayoría de los alemanes no quiere entregar más poderes a la (UE), según un sondeo publicado que destaca el malestar de la población con el plan de mayor unión fiscal y política en Europa liderado por la canciller Angela Merkel.

No obstante, la encuesta de Forsa también mostró un respaldo sorprendentemente fuerte a la golpeada moneda común del bloque regional, el euro, a pesar del resentimiento extendido en Alemania por tener que rescatar a países miembros altamente endeudados como Grecia.

Algo menos de tres cuartos de los alemanes dijeron estar en contra de la idea de un "Estados Unidos de Europa" bajo la cual Berlín cedería más soberanía a instituciones de la UE, mientras que el 59% se opuso a entregar a Bruselas.

Merkel ha propuesto lazos fiscales y políticos mucho mayores entre los estados miembros de la UE como una precondición esencial para cualquier mutualización de la deuda, una demanda clave de los países del sur más complicados en términos de endeudamiento, como Italia.

Los medios alemanes atacaron a la canciller alemana por ceder a la presión de España e Italia durante la cumbre de la UE de la semana pasada y acordar que se permita inyectar directamente fondos de rescate de la zona euro en bancos daminificados e intervenir en los mercados de bonos.

Más de dos tercios de los consultados por el sondeo de Forsa se opusieron a unir la responsabilidad sobre la deuda de la eurozona, o los eurobonos. Un porcentaje similar dijo que Alemania debería realizar un referendo si se busca entregar más poder a Bruselas, según la encuesta, realizada el 27 y 28 de junio, justo antes de que se realice la cumbre de la UE.

Algunos políticos importantes, incluido el ministro de Finanzas Wolfgang Schaeuble, indicaron que sería necesario un referendo para dar legitimidad a la mayor unión política y fiscal en Europa. Ese sería el primer referendo en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial.

A pesar de la crisis de deuda y la fatiga por el rescate, el 54% de los encuestados cree que el establecimiento del euro fue algo bueno.

Muchos sondeos realizados desde la aparición de la crisis de deuda de la zona euro han indicado que los alemanes quieren regresar al marco, símbolo de su destino económico luego de la Segunda Guerra Mundial.