Redacción Gestión

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Las empresas extranjeras que operan en Chile también serán afectadas por la que pondrá en marcha el gobierno de Michelle Bachelet tan pronto el Congreso apruebe los respectivos proyectos de ley. El diario Estrategia de ese país advierte en un amplio reportaje que "el tema no es menor, considerando que en Chile existen más de 4,000 empresas extranjeras", entre ellas también procedentes del Perú

Según el Comité de Inversiones Extranjeras, sólo a través del DL 600 se verificó entre el 2009 y el 2012 una inversión extranjera directa cercana a US$ 82,000 millones. Las en esa nación unos US$ 10,000 millones al 2013, según Perú Cámaras.

De acuerdo al análisis de Estrategia, el gobierno chileno se propone eliminar la opción de postergar el impuesto final (tasa 35%) hasta el momento en que las utilidades tributarias se retiren del país. Es decir, las empresas extranjeras deberán tributar de inmediato por el total.

Además, menciona que eliminaría la posibilidad de generar rentas gravadas con el actual impuesto único. Además, las empresas extranjeras no podrán descontar de sus utilidades imponibles los gastos por servicios prestados por no residentes, sino una vez que estos sean pagados y así pueda ser exigible el impuesto adicional sobre estos.

En el caso de que la empresa esté endeudada en más de tres veces su patrimonio, el interés o cualquier cantidad que se pague sobre el capital estará afecta a un impuesto del 35%.

El proyecto también considera la derogación del DL 600, que garantiza invariabilidad tributaria para las inversiones extranjeras que se quieran acoger a ello.

Norberto Rivas, docente de la Universidad de Santiago, explicó al diario que en el caso de las personas y las empresas que han invertido en Chile, sin tener residencia ni domicilio en el país, "el nuevo sistema de tributación sobre base devengada que entraría en vigencia a contar del año comercial 2017 implicará que las utilidades tributarias generadas a nivel corporativo se atribuyan a los socios, accionistas o las personas naturales sin domicilio o residencia en Chile o personas jurídicas constituidas en el extranjero que hayan constituido cualquier clase de establecimiento permanentes en Chile, independiente de si éstas han sido retiradas o distribuidas".

La inversión extranjera en Chile tiene la opción de postergar el impuesto final (tasa 35%) hasta el momento en que dichas utilidades tributarias se retiren del país y sólo tributan hasta el tope del FUT (utilidades tributarias acumuladas), en el caso de socios personas naturales o jurídicas sin domicilio ni residencia en Chile, y en el caso de accionistas al momento de la remesa de dividendos, con la diferencia que exista FUT o no, igual tributan con el impuesto adicional".

Sin embargo, Rodrigo Benítez, socio Partner Tax & Legal de la consultora BDO, advirtió que la reforma cambiaría el actual sistema que fomenta la reinversión de utilidades y no enviarlas a otros mercados. "Ellos (los inversionistas) saben que mientras no retiren sus utilidades, solo son gravados con el impuesto de la empresa del 20%, pero si las retiran pagan un 15% adicional", pero ahora, con el nuevo sistema devengado esto cambiaría, pues "desaparecería su incentivo a mantener reinvertidas en Chile estas utilidades".

Además, se anotó que la reforma afectaría la marcha económica del país, pues un analista señaló que si las empresas deciden enviar sus utilidades al exterior tendrán que recurrir al mercado cambiario, "lo cual afectará la tasa cambiaria y, por ende, en el Índice de Precios al Consumidor".