Foto: Andina.
Foto: Andina.

Ante el bajo crecimiento económico del país, el presidente de la (ADEX) sugirió un cambio en la política de desarrollo industrial, considerando que es un sector generador de puestos de trabajo directos e indirectos.

indicó que si bien es cierto, las grandes empresas -especialmente las mineras - aportan significativamente al PBI, también se debe considerar que la industria (sobre todo las mipymes) aportan al empleo y a la paz social.

"Los subsectores manufactureros exhiben cifras en azul después de 4 años de recesión, pero aún están muy lejos de sus valores máximos históricos. Por ejemplo, los despachos textiles están 30.4% por debajo de su mejor momento en el 2014, así como las prendas de vestir (-43%) y las confecciones de punto (-68%). Los aceites esenciales (-35%) y los productos de limpieza (-25%) también revelan una actividad muy mermada respecto al 2013", explicó.

También se observa el traslado de empresas y líneas de producción a países vecinos que ofrecen mejores condiciones para invertir y crecer, señaló el empresario mientras que en el Perú aumenta el desempleo, la informalidad y la pobreza, tal como lo anunció el INEI hace unas semanas.

"La industria es la actividad más sensible ante la falta de competitividad, ámbito en el que Perú es desplazado por la industria asiática, su mano de obra más barata y tecnología de punta", refirió.

Zonas Económicas Especiales
Para , una alternativa del Estado para mejorar la competitividad es la creación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), las cuales son espacios geográficos estratégicamente ubicados, con todas las condiciones que requieren las actividades productivas en las que Perú tiene ventajas comparativas.

Luego de aconsejar no hacer caso a los mitos generados por los resultados de las Zonas Especiales de Desarrollo que existen actualmente en el Perú, aclaró que el modelo de ZEE que plantea es muy diferente a las existentes.

“En primer lugar está demostrado que los incentivos tributarios en sí mismos, no determinan el éxito de una zona especial. Lo más importante es su ubicación y el conjunto de ventajas competitivas que ofrece a las empresas que se instalen en ella. Por esta razón, es importante que la creación y administración de una ZEE esté en manos de inversionistas privados. Solo el que arriesga su capital en una ZEE es el más interesado de que funcione bien”, dijo.

En segundo lugar, continuó, es importante que las ZEE obedezcan a un objetivo económico claro. Por ejemplo, necesitamos impulsar la diversificación productiva, la sofisticación tecnológica de los productos y la exportación de servicios. Definidos los objetivos, el gobierno debe proveer los incentivos necesarios condicionados al logro de los objetivos planteados.

"También se requieren sistemas informáticos de avanzada para controlar meticulosamente el movimiento de mercancías que entran y salen de una ZEE, de esta forma se desterrará la sospecha de que es una ventana a la evasión y al contrabando", dijo Varilias.

En cuarto lugar, prosiguió, una ZEE no puede mermar la recaudación tributaria. Por el contrario, debe incrementarla. Hay estudios que demuestran que por cada sol de beneficio tributario en una ZEE, el fisco recauda más de S/ 3 en nuevos impuestos.

"Por eso, se necesitan medidas complementarias para fomentar nuevas inversiones y hacer que los encadenamientos productivos que se generan alrededor de una ZEE sean un instrumento formalizador de la economía. La creación de una ZEE no se reduce a un acto legal, requiere de un esfuerzo público-privado para lograr las condiciones de competitividad que requieren las actividades productivas con potencial exportador", apuntó.

Iniciativa del Congreso
Sobre la aprobación del pleno del Congreso de la ley que modifica disposiciones sobre las Zonas Especiales de Desarrollo (ZED) para facilitar sus inversiones – se plantea que sean administradas por un operador privado, autorizado y supervisado por Mincetur - Varilias dijo que si bien es un avance, aún está lejos de ser el marco jurídico que el Perú necesita.

"Solo a manera de ejemplo. En Colombia existen 109 zonas francas que agrupan a 845 empresas y generan 65 mil 222 empleos directos y en Honduras, en sus 39 zonas, están instaladas 493 empresas que generan 146 mil empleos. Esto es porque ofrecen beneficios que alientan la inversión privada. Nuestra propuesta de ZEE apunta: crear un área geográfica con las condiciones que requieran las actividades productivas para desarrollarse", concluyó.

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