Redacción Gestión

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Es indiscutible que las universidades tienen que ser reguladas para garantizar su calidad educativa, pero este rol debe asignarse a una acreditadora internacional y de ninguna manera a una superintendencia adscrita al Ministerio de Educación, opinó el investigador de CENTRUM-Católica, .

Tanto el Congreso como el Ejecutivo presentaron una propuesta para crear una especializada en las universidades, pero Salas advirtió que ello podría constituirse en "un arma del Estado que puede ser utilizada contra un grupo económico u alguna universidad". Redondeando la idea: "Sería darle demasiado poder".

"Si decidimos que lo haga un ente internacional, como se hizo en Ecuador, este sería neutro y emitiría un juicio más imparcial propuso Salas. La idea de una supervisión a cargo del Ministerio de Educación es peligroso. Y peor aún si ni puede supervisar los colegios".

Dispararse a los piesPero tampoco esta situación es un aliciente para rechazar una regulación en este mercado, , representado por la Confiep. Así es como opina Salas y para muestra una de sus declaraciones:

"La tendencia actual es el Research Based Policy, las políticas basadas en la investigación. Quienes se oponen a la regulación no pueden demostrar con documentos que la ausencia de regulación mantiene o mejora la calidad educativa. Nunca ha sucedido, en ninguna parte del mundo. Y hay buenas razones para que eso no suceda".

Según el experto, se estaría disparando a los pies: : "Los empresarios se han dado cuenta que el capital humano está en déficit, que no pueden encontrar personas calificadas para cubrir ciertos puestos, pero, por otro lado, están apoyando un sistema fallido".

En el Perú, las universidades se han proliferado, pero no así la educación de calidad, y de ahí se desprende la escasez de personal calificado. Salas propone una corrección a la visión de los empresarios:

"La Confiep debería preocuparse en crear universidades exigentes y de acceso para gente que no tiene los recursos, y así formar personas que sean capaces de cubrir el mercado. Eso no está sucediendo, con excepción del modelo de Tecsup, que debe extenderse. Aquellos que dicen que no se debe regular este negocio están atentando contra el mercado".

No hay suficientes catedráticosSalas consideró oportuno tener una , pero no como la redactada por el Congreso, ni tampoco la del Ejecutivo, por lo antes expuesto y porque tampoco consideran que no existen suficientes catedráticos realmente preparados para afrontar el reto de aumentar la calidad de la educación universitaria:

"No existe en el Perú tanto capital humano, tantos doctores como la ley exige para que se formen tan buenas universidades. Por eso es inverosímil que Perú tenga tantas universidades con tan poco profesionales capacitados para investigar y enseñar. O bien traemos investigadores y pones institutos de investigación en las regiones, o mandar a jóvenes a formarse afuera".

Igual pasaría con las competencias de la superintendencia de universidades que piensa crear el Ejecutivo. Así lo expuso Salas al final de la entrevista: "No contamos con el conocimiento sobre cómo acreditar a las universidades. No hay técnicos que sepan de este tema. Y, como consecuencia, no tendríamos a quien llamar. Es algo que tendríamos que aprender. Y la mejor manera es trayendo una acreditadora internacional".