utilidades
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Pese a que el factor político es una de las principales preo­cupaciones para el desempeño de la economía en el 2018, las empresas peruanas son optimistas en el resultado que tendrán sus negocios.

El sondeo realizado por el Servicio de Asesoría Empresarial (SAE) de Apoyo Consultoría en diciembre último mostró que el 64% de empresas encuestadas afirmó que espera que aumenten las utilidades de sus negocios este año.

Este optimismo es el más alto que se registra desde el año 2012. Entre el 2013 y el 2017 la tasa de empresas que creía que incrementaría sus utilidades se encontraba en torno al 40% (ver gráfico).

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En esa misma línea, respecto de los ingresos totales, el promedio de las compañías encuestadas señaló que estos subirán en 8.2% este año, la tasa más alta registrada desde el 2013.

PBI y ventas
El optimismo de las empresas se basa en que hay confianza en que el crecimiento del producto bruto interno (PBI) será mayor al que se tuvo en el 2017.

Así, mientras se espera que la economía tenga una expansión de 3.5% este año, ese avance estaría acompañado de un mayor dinamismo de las ventas locales que lograrían un crecimiento de 4.2%, mostrando un comportamiento que no se veía desde hace cinco años.

Inversión pese a riesgos
El principal riesgo interno que el SAE prevé para la economía en el 2018 es el factor político. “La política: eventos en diversos frentes podrían afectar la confianza empresarial y presionar a la economía”, precisó Apoyo.

Entre los hechos que pueden afectar la economía destacan que pueden haber nuevos hallazgos en el caso Lava Jato y reacción política, medidas intervencionistas desde el Congreso o la reactivación de conflictos sociales latentes.

Además alertan de propuestas radicales ante elecciones regionales y municipales del 2018 y una mayor presencia de agentes desestabilizadores.

Pese a estos riesgos políticos, incluso en el escenario pesimista que plantea Apoyo en el que se crece solo 2.5% debido a que habría un mayor deterioro del entorno político y un lento avance en proyectos de inversión pública como la reconstrucción o la obra pública regular, la inversión privada sería mayor a la alcanzada en los últimos tres años .

En este escenario, se lograrían US$ 50,000 millones de inversión privada y en un entorno más optimista se llegaría a US$ 52,000 millones.