El enfoque fiscalizador de la Contraloría debe cambiar, pues viene generando “pánico” entre los funcionarios públicos que, para evitar ser enjuiciados, prefieren no avanzar en el desarrollo de diversos proyectos de infraestructura.
Así lo advirtió hoy José Escaffi, Gerente General de AC Pública en Apoyo Consultoría, durante su participación en el CADE 2017.
“Esperamos que este nuevo Contralor cambie lo que dejó el Controlador que se fue. Al Contralor se le ha pedido que vea la legalidad de los actos de los funcionarios y el grado de diligencia; no se le ha pedido que opine si la decisión tomada fue la más adecuada”, sostuvo Escaffi.
Agregó que la Contraloría tiene que distinguir entre el funcionario diligente honesto que se equivoca o el funcionario negligente honesto que mete la pata, del funcionario deshonesto que mete la mano.
“A los dos primeros, solo sanciones administrativas, no se metan con su libertad, con su patrimonio. La Contraloría no debe tener el poder sancionador que se le dio. Es juez y parte. Y a la Contraloría hay que regularle qué significa daño al Estado”, subrayó el ejecutivo.
Asimismo, remarcó que hay muchos funcionarios que están enfrentando juicios civiles y penales por informes de la Contraloría.
“Les hacen juicio por haber ayudado a la gente que se moría de cáncer. O por hacer una pista de noche, cuando hacerla por día era más barata. Pero de día la gente transita”, apuntó.
En esa línea, Escaffi propuso simplificar el manual de normas que deben seguir los funcionarios.
“Hay que ayudar a simplificar el manual de normas. El funcionario tiene que saber que si sigue el manual, nadie lo va a sancionar por incumplir una ley”, anotó Escaffi.