Barcelona, donde los habitantes protestan contra el ruido a altas horas de la madrugada de la gente que sale de fiesta, ya no se concederán más licencias a apartamentos aislados en el centro histórico.
En Holanda, Ámsterdam firmó un acuerdo "único en Europa" en diciembre de 2016 con Airbnb para que ningún piso pueda alquilarse más de 60 días al año.
En Alemania, el ayuntamiento de Berlín, donde los precios del mercado inmobiliario subieron fuertemente en los últimos años, aprobó en mayo de 2016 una política particularmente estricta: solo se permitirá alquilar una habitación dentro de cada piso, so pena de 100,000 euros. Una medida que la alcaldía suavizó a partir del pasado 1 de mayo.
El pasado 15 de junio, responsables de Lisboa, Madrid, Barcelona, Ámsterdam y París se reunieron por primera vez para "estudiar la envergadura del fenómeno y comparar [sus] políticas públicas", explicó a la AFP Ian Brossat, concejal para Vivienda en el Ayuntamiento de París. Aunque no asistió ningún representante berlinés a la reunión, la capital alemana también está asociada a las cinco ciudades mentadas.
El 5 de julio, 12 ciudades europeas se reunirán en Bruselas antes de encontrarse, en otoño, con la comisaria europea de Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska.
"Nos enfrentamos al doble lenguaje de la plataforma, que por un lado interpreta al alumno bueno y dice que va a respetar la ley y por otro, dirige una intensa presión en Bruselas", explica Brossat.
Las plataformas de pisos turísticos presentaron denuncias ante la Comisión Europea para recurrir las legislaciones nacionales de Francia, España, Bélgica y Alemania, pero esta no prevé, de momento, abrir ningún procedimiento de infracción hacia ninguno de esos países.
Con todo, Airbnb ha ayudado a que el sector del turismo evolucione positivamente, admiten los profesionales.
"Han hecho un trabajo remarcable, facilitando las reservas, la preparación del viaje, la puesta en contacto y una comunicación muy rápida con el anfitrión", indicó a la AFP Fabrice Collet, director general del grupo B&B, tercer grupo francés de hotelería económica.
Y sus precios "han permitido que familias que hasta la fecha no viajaban, lo hagan".
Para conocer más detalles vea el vídeo en la parte superior de la nota de Deutsche Welle.