Dúo dinámico:los cofundadores de la compañía Anton Piëch (izquierda) y Rea Stark Rajcic (derecha) pretenden construir automóviles clásicos de alto rendimiento. (Foto: Piëch Automotive)
Dúo dinámico:los cofundadores de la compañía Anton Piëch (izquierda) y Rea Stark Rajcic (derecha) pretenden construir automóviles clásicos de alto rendimiento. (Foto: Piëch Automotive)

Desde hace cuatro años, el bisnieto de, fundador de la marca de que lleva su apellido, desea generar un cambio en la industria. Se trata de Anton “Toni” Piëch. Su cómplice en ese sueño es el diseñador industrial Rea Stark Rajcic.

Cuando aún no surgían los autos eléctricos en el mercado, ambos imaginaron ingresar con un modelo atemporal y de vanguardia desde su empresa Piëch Automotive. Ahora Porsche ya cuenta con algunos ejemplares de ese estilo como el Mision E 2019 y el Taycan 2020.

El surgimiento
Ser de lujo era una necesidad. "El lujo es el único extremo del mercado que es estable", señala Piëch a Forbes. Este es el único segmento de automóviles que puede soportar el costo de la tecnología que incluye: motores intercambiables, baterías y software.

“El chasis también tenía que ser flexible, capaz de albergar una variedad de sistemas de propulsión (eléctrico, híbrido, celda de combustible de hidrógeno, incluso de combustión interna convencional) y escalable como la plataforma CMA de Volvo que sustenta el nuevo XC-40”, explica el portal web.

Para conseguirlo, Piëch Automotive ha recaudado alrededor de US$ 25 millones a través de amigos y familiares del bisnieto de Porsche y su socio. "Pero ahora estamos buscando hacer una ronda financiera más grande de la Serie A con más inversores estratégicos", indica Piëch, con la esperanza de recaudar entre US$ 50 y US$ 100 millones.

Modelo de negocio
"Todo el modelo de negocio, toda nuestra tecnología, se basa en asociarse con empresas innovadoras", sentencia Piëch. “Somos dueños de la marca, del control de calidad de la cadena de suministro, del diseño, estamos orientados al cliente, estamos desarrollando la marca, todo en torno a la experiencia del cliente que es aquello sobre lo que queremos tener control total”, añade.

Por ello, en lo que respecta a la producción, la firma tendrá varias empresas asociadas haciendo parte del desarrollo y del montaje físico. "Nuestros gastos generales y de funcionamiento son bajos, y nuestra arquitectura modular de vehículos nos permite desarrollar diferentes tipos de automóviles de una manera extremadamente rentable”, explica el bisnieto de Porsche. Esto llevaría a una inversión mucho menor, un mejor perfil de riesgo y una rentabilidad planificada en uno o dos años en el mercado.

¿Funcionará el plan?
Aunque el plan es cuestionado, Willy Shih, profesor de la Harvard Business School, cree que el plan de Piëch Automotive tiene sus méritos. Emplear a los proveedores que se han utilizado en la industria automotriz para construir autos como el BMW Z8 roadster y el Porsche Cayman y Boxster es una gran estrategia para las startups, según explica a Forbes. “Permite sacar un producto, obtener algunas ventas, (establecer) una reputación", señala Shih, sin gastar mucho capital.

Debido a este modelo, Piëch Automotive tiene solo 25 empleados de tiempo completo, divididos entre sus instalaciones en Zurich y Munich. "Hemos tenido equipos de ingeniería de más de 150 personas trabajando en el primer modelo que hicimos ", dice Piëch. Sin embargo, no trabajan exactamente para Piëch directamente. "Esto es clave para que seamos ágiles y ágiles", añade. "Tomamos a las personas y las empresas que necesitamos para una fase específica de desarrollo, por ejemplo, y luego, cuando ya no las necesitamos, ya no están en nuestra nómina", sentencia.

El bisnieto del creador de Porsche asegura que ser descendiente de la leyenda de la industria automotriz puede ser una espada de doble filo, pero también trae beneficios para el tipo de patrimonio que le gustaría dejar en la industria.