El Corte Inglés
El Corte Inglés

Una guerra familiar por el control de El Corte Inglés, gigante de la distribución y todo un emblema en España, provocó hoy la caída de su presidente, cuando la veterana empresa brega por adaptarse al mundo de la venta en línea.

La disputa entre primos por el grupo, famoso por sus enormes tiendas, se aireaba desde hace semanas en los medios, que la bautizaron como el "Falcon Crest" español, en referencia a la popular telenovela sobre los conflictos de una familia por controlar unos viñedos en California.

Los bandos en liza estaban liderados por un lado por el hasta este jueves presidente del grupo, Dimas Gimeno, y por el otro sus primas Marta y Cristina Álvarez, hijas adoptivas del presidente histórico del grupo, el fallecido Isidoro Álvarez.

La balanza se inclinó en definitiva hacia las mujeres y en una reunión extraordinaria este jueves el consejo de administración decidió "por unanimidad" sacar a Gimeno y reemplazarlo con Jesús Nuño de la Rosa, hombre de confianza de las hermanas Álvarez.

Lucha de alianzas
Principal empleador privado en España con más de 91,000 trabajadores, el grupo explicó que "ha considerado necesario un cambio de liderazgo para afrontar los retos de futuro e impulsar una nueva etapa de crecimiento".

Pero la guerra podría continuar en tribunales, ya que Gimeno, presidente desde que murió en el 2014 su tío Isidoro Álvarez, anunció el miércoles que consideraba nula la reunión extraordinaria y que la impugnaría judicialmente.

"Isidoro Álvarez jamás quiso que sus hijas participaran en la gestión (...) Pero desde el momento que toman su paquete accionarial han ido trabajando para ganar poder", denunció Gimeno en una entrevista al diario Expansión.

La génesis del drama familiar se halla precisamente en el fallecimiento de Álvarez, quien preparó a Gimeno para reemplazarlo pero le dejó en herencia muchas menos acciones que a sus hijas adoptivas (alrededor de un 2% para él, un 15% para ellas).

Y más grave aún, no le aseguró el control clave de la fundación que maneja la herencia del tío de Isidoro y fundador de El Corte Inglés, el ya fallecido Ramón Areces. Dicha fundación es el principal accionista del grupo con 37.39%, que se decantó por las hermanas.

Gimeno, de 42 años y con amplios estudios empresariales "teóricamente era el más preparado" para tomar el poder, pero Isidoro Álvarez "debió haber comprobado que políticamente era una persona capaz de manejar (...) una cúpula familiar complicada", estimó ante la AFP José Ramón Pin Arboledas, profesor de la IESE Business School.

Una transformación difícil
Con casi 80 años de historia desde que Areces compró en 1935 una sastrería en el corazón de Madrid, El Corte Inglés sigue manteniendo según los analistas una estructura de empresa familiar, con varias ramas de la familia con diferentes paquetes accionarios.

Identificando como su principal reto "integrar las tiendas físicas y el mundo online", Gimeno había propuesto sacarla a bolsa y modernizar su gobernanza, un ambicioso plan que incomodó a otro sector de la familia.

"Eso exigía un cambio total en la forma del grupo", explicó Pin Arboledas. "El Corte Inglés es una empresa doméstica, está solo en España y Portugal y es posible mantener esa dimensión, pero si quiere expandirse a otras partes es todo un cambio de mentalidad", apunta.

Es una empresa tradicionalmente opaca desde el punto de vista informativo, el el comunicado de este jueves afirmó que el reemplazo del presidente supone "un nuevo paso en la estrategia de profesionalización de la gestión".

Con sus amplios locales organizados por departamentos -electrodomésticos, moda, electrónica, muebles, ocio, etc, como las grandes tiendas estadounidenses-, pero también con supermercados, agencias de viajes, marcas de ropa y ópticas, El Corte Inglés anunció para el ejercicio de marzo del 2016 a febrero de 2017 un aumento del 2% en su cifra de negocios (15,500 millones de euros) y del 2.4% en su beneficio neto consolidado (162 millones).

No obstante el grupo carga con una deuda de 3,650 millones de euros.
El grupo "tiene un problema de estrategia de futuro, como todas las empresas de distribución, tanto por los cambios tecnológicos" como por "los hábitos de consumo de las nuevas generaciones", advirtió Pin Arboledas.

"Los milenials encuentran El Corte Inglés un poco demodé", agregó.

TAGS RELACIONADOS