Aeroméxico
Aeroméxico

, la mayor aerolínea de México, está reduciendo sus planes de expansión ante un exceso de asientos que está haciendo que bajen las tarifas.

La capacidad se expandirá 7% el resto de este año, dijo el director general Andrés Conesa. Eso está por debajo de un pronóstico previo de alrededor del 9%, dijo, citando la necesidad de una mayor disciplina a medida que el aumento en los precios del combustible aumenta la presión sobre los ingresos.

La está pisando el freno luego que una perspectiva industrial más débil causara que los inversionistas vendieran las acciones de las aerolíneas mexicanas. Años de crecimiento han dejado al mercado interno inundado de capacidad, mientras que un acuerdo de cielos abiertos con EE.UU. instó a las aerolíneas de ambos países a agregar vuelos transfronterizos.

dijo la semana pasada que reduciría vuelos a México, diciendo que el servicio a algunos mercados era insostenible.

"Poco a poco estamos viendo el impacto de la baja rentabilidad, pero tiene más que ver con el exceso de capacidad que con una débil demanda", dijo Conesa en una entrevista en las oficinas de Bloomberg en Ciudad de México.

Aeroméxico caía menos de 1% a 24.10 pesos a las 1:58 p.m. en Ciudad de México. Las acciones habían caído 15% este año hasta el martes. Su mayor rival nacional, Volaris, ha registrado un descenso del 28% este año, mientras que el índice de referencia IPC ha perdido 6.3%.

Sociedad con Delta
Aeroméxico ha sido capaz de resistir algunas de las presiones relacionadas con la capacidad gracias a su asociación con Delta Air Lines Inc., que posee el 49% de la compañía con sede en Ciudad de México, dijo Conesa. El tráfico de pasajeros entre México y EE.UU. aumentó 6% en marzo con respecto a un año antes, según la Secretaría Comunicaciones y Transportes.

Si bien Aeroméxico obtuvo pocas ganancias en el primer trimestre, Volaris registró una pérdida de 1,100 millones de pesos (US$ 56 millones) y la acción experimentó la mayor caída en un día desde 2016.

La industria de las aerolíneas mexicanas está entrando en un período de incertidumbre en medio de una caída potencialmente insostenible de las tarifas, señaló Barclays Plc la semana pasada.

Los precios de combustibles para aviones más altos desde 2014 -actualmente en US$ 2.26 por galón en el puerto de Nueva York- están aumentando la presión.

Aeroméxico cubrió cerca de la mitad de sus requerimientos de combustible utilizando el diferencial de compra con un precio que comienza en US$ 1.78 por galón, informó la aerolínea en una conferencia telefónica con analistas el mes pasado.

Debilidad del PesoAeroméxico está naturalmente cubierto frente a la debilidad del peso ya que tiene alrededor del 60% de sus ventas en otras monedas y cerca de dos tercios de los costos expresados ​​en dólares, dijo Conesa. Pero la persistente debilidad de la moneda representa un riesgo para el auge de los viajes aéreos de México.

"Si el peso continúa depreciándose, tendrá un impacto en la demanda, en la actividad real y eso tendrá un impacto en nuestro negocio y en la economía mexicana", dijo.

La moneda mexicana ha caído 8.5% en el último mes, arrastrada en parte por la incertidumbre sobre el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Los inversionistas también están cada vez más preocupados sobre una mayor caída en medio de las tensiones entre los líderes empresariales y el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, el favorito en las encuestas para elecciones del 1 de julio.

La promesa de López Obrador de cancelar la construcción de un aeropuerto de US$ 13,000 millones en Ciudad de México representa otro riesgo para Aeroméxico, que está apostando a que el centro fortalecerá el tráfico aéreo. Conesa dijo que esperaba trabajar con quien gane la elección.

"Trabajaremos con el nuevo presidente y su partido para argumentar que el aeropuerto es necesario y será bueno para la industria, el país, la economía y la creación de empleos", dijo.

Planes de flota
Aeroméxico todavía está analizando un pedido de los aviones de la Serie C de Bombardier Inc., dijo Conesa. La aerolínea había considerado inicialmente el avión cuando Estados Unidos impuso aranceles al avión canadiense luego de una queja comercial presentada por Boeing Co.

Una decisión del panel de comercio a favor de Bombardier pavimentó el camino para que Delta obtuviera los aviones, lo que da a Aeroméxico más tiempo para estudiar sus planes de flota.

La compañía vuela aviones Boeing 737 y 787 Dreamliner, mientras que su unidad regional opera aviones de Embraer SA. Aeroméxico también está considerando un pedido para los actualizados aviones E2 de Embraer, si es que llegara a comprar nuevos aviones.

"Se abrió una ventana de tiempo adicional, por lo que estamos analizando si traer los Serie C, los nuevos E2 o permanecer como estamos", dijo. "Esperamos tomar una decisión en la segunda mitad del año".