Elmer Cuba
Elmer Cuba

El economista consideró que se debería dejar sin efecto la exoneración del pago del Impuesto General a la Ventas (IGV) a la pensión mensual que abonan las familias de los jóvenes en universidades privadas, dado que por este concepto se deja de recaudar cerca de S/ 1,921 millones.

“La pensión mensual que pagan las familias no están afectadas por el IGV (19%). Mi propuesta es que tal como las universidades particulares realizan un estudio de las capacidades de pago de las familias y según eso elaboran escalas desde la máxima hasta la mínima para determinar la pensión mensual, lo mismo debería efectuar el (Minedu) para determinar qué familias, especialmente de bajos ingresos, no paguen el IGV, pero el resto sí debería pagarlo”, explicó a Gestión.pe.

Tras presentar el estudio sobre los , explicó que este planteamiento podría llevarse a cabo, no obstante solo falta “voluntad política” tomándose en cuenta que uno de los mayores beneficiados por las exoneraciones tributarias es el sector Educación.

“Esto está establecido en la para que paguen todos. La principal infiltración está en el sector Educación, lamentablemente está es una  política social en la que la mayoría (de beneficiarios) son infiltrados ya que no necesitan de esta exoneración tributaria, especialmente familias de altos ingresos”, acotó.

La investigación realizada por reveló que hay más de 180 exoneraciones tributarias, de las que no sabe su efectividad.

En esa línea, comentó que otro beneficio tributario que debería darse de baja es la exoneración del pago del Impuesto a la Renta a las Compensaciones por Tiempo de Servicio (CTS), por el cual se deja de recaudar cerca de S/ 1,190 millones.

“Esta fue una sorpresa. Si se elimina este beneficio son unos pocos trabajadores los afectados dado que de los 16 millones de peruanos que laboran , 6 millones declaran anualmente IR: de los cuales un millón y medio paga IR y los otros cuatro millones y medio están en el tramo inafecto. Sería lo correcto”, precisó.

Agregó que otro gasto tributario que debería tenerse también bajo la lupa es la restitución arancelaria del drawback, que genera un impacto de S/ 857 millones.

“Cuando los aranceles eran altos, tenía lógica la devolución a los exportadores (por los impuestos pagados al momento de importar insumos para la elaboración o fabricación de productos peruanos cuyo destino final es la exportación), pero ahora que el arancel promedio es 1% no tiene sentido que se devuelva 3%. ¿Qué pasa si una empresa vive de drawback?, hay un problema ahí que debería analizarse”, comentó.

Además de lo señalado líneas arriba, identificó otros gastos tributarios de los que no se conoce su impacto entre los que se encuentran: la exoneración del IGV a los productos agrícolas (anexo 1, Ley del IGV, S/826 millones), la inafectación del IGV a los servicios de crédito efectuado por bancos (S/793 millones), la inafectación del IGV a las pólizas de seguros de vida (S/613 millones), la exoneración de IGV a la Amazonía (S/607 millones).

Así como la inafectación de IGV a los juegos de azar y apuestas tales como las loterías, bingos, rifas, sorteos y eventos hípicos (S/438 millones), la exoneración del IGV a los servicios de transporte público de pasajeros dentro del país, excepto el transporte aéreo (S/436 millones), el diferimiento del IGV (régimen especial y sectorial de recuperación anticipada, S/349 millones), entre los principales. 

En su opinión los gastos tributarios merecen una mejor evaluación, dado que es mucho más económico y efectivo un gasto directo que una exoneración, en la que se filtran agentes que no la necesitan, por lo que dependerá tanto del Ministerio de Economía como del parlamento tomar una decisión sobre estas exoneraciones.