Fitch señala que la tensión política tiene impacto negativo de crecimiento económico de este y el próximo año (Foto: Andina).
Fitch señala que la tensión política tiene impacto negativo de crecimiento económico de este y el próximo año (Foto: Andina).

De acuerdo a BBVA Research, la previsión de crecimiento se elevó en cuatro décimas de punto porcentual al llegar a 3.6% en 2018. Asimismo, en 2019 se llegaría a 3.9%.

Según el informe ‘Situación Perú’, por el lado del gasto, el principal soporte de la aceleración se dio por la demanda interna y la inversión en esta.

“La economía peruana continuó acelerando su paso en el segundo trimestre y luego de crecer 3.2% en los primeros tres meses de 2018, el ritmo de expansión de la actividad se habría situado por encima de 5% en términos interanuales, una tasa que no se observaba desde hace cinco años”, explicó Francisco Grippa, Economista Jefe para Perú de BBVA Research.

“Es cierto que parte de la expansión de la demanda interna (y de la inversión) obedece a una baja base de comparación interanual, pero también se observa una mejora subyacente en los indicadores de gasto en un contexto en el que la tensión política ha disminuido, la confianza empresarial se ha incrementado, y las tasas de interés en soles y dólares continúan siendo atractivas”, agregó Grippa.

Por otro lado, el estudio sostiene que también se sumó una mayor cuota para la captura de anchoveta, que incidió positivamente sobre la pesca y la manufactura primaria.

Con el resultado previsto para el segundo trimestre, la economía se habría expandido por encima de 4% interanual en la primera mitad de 2018.

Hacia adelante
Grippa adelantó que las tasas de crecimiento tenderán a moderarse en adelante porque se disipará el efecto positivo del bajo punto de partida de comparación interanual y las condiciones externas se irán apretando.

Por ejemplo, las tasas de interés a nivel global irán aumentando gradualmente, China moderará su crecimiento en los próximos trimestres y los precios de los metales cederán.

Además, tomando en cuenta lo que se ha observado en anteriores oportunidades, la elección de nuevas autoridades subnacionales podría ralentizar el gasto público desde fines de este año y hasta entrado el siguiente.

A ello se suma que disminuirá el empuje de la construcción de infraestructura para los Juegos Panamericanos de 2019 y la refinería en Talara.

Además, se considera que estos elementos serán en parte compensados por el inicio de construcción de algunas minas medianas y grandes como Quellaveco, Mina Justa y la ampliación de Toromocho, la aceleración del gasto en la construcción de la segunda línea del metro de Lima y en la reconstrucción de las zonas del país afectadas en la primera mitad del año pasado por el Niño Costero, y un ánimo empresarial que en general se mantendrá optimista.

Déficit fiscal
Por el lado fiscal, Francisco Grippa apuntó que el déficit ha disminuido en lo que va del año en el equivalente a casi un punto porcentual del PBI.

“Ha sido más rápido de lo esperado y se explica por la mejora en la recaudación. En este entorno, el inicio del proceso de consolidación de las cuentas fiscales parece haberse adelantado para 2018. En nuestro escenario base prevemos que el déficit se ubicará por debajo de 3% del PBI este año (3.1% en 2017) y que seguirá disminuyendo en los siguientes años”, dijo.

Tipo de cambio
La depreciación de la moneda peruana ha sido acotada y se ha mostrado sólida en comparación con sus pares en la región.

En ese sentido, BBVA Research proyecta que continuará la mayor oferta de dólares tanto por el lado comercial (balanza comercial estará en superávit en cerca de US$ 7 mil millones en 2018 pese a descenso de metales) como por el lado financiero (inversión extranjera directa en sector minero).

Ambos factores reducirían el impacto del alza de la tasa de política monetaria de la FED.

“En este contexto, prevemos que el tipo de cambio finalizará tanto en 2018 como en 2019 en un rango entre 3.25 y 3.30, este año más cerca de la parte baja de ese rango y el próximo más cerca de la parte alta”, refirió Francisco Grippa.

Por último, la inflación ha empezado a normalizarse y en junio se ubicó en 1.4%, con lo que regresó al rango meta luego de cuatro meses. Las expectativas y medidas de tendencia inflacionaria, en tanto, se ubican entre 2.0% y 2.5%.